martes, 27 de julio de 2010

Episodio 172: Slow

Agarro la toalla, me bajo a la piscina. No soy lo que se dice piscinero. Pero joder, menudo calor!!. No tiene uno ganas de na´. Ni tiempo para lo mismo: para no hacer na´. Aprovecho el momento. Busco un poco de tranquilidad. Relajarme. Desconectar. Olvidarme por un momento del caos en que se ha convertido todo desde que he vuelto de vacaciones. Un alto. Un descanso. Me sitúo en el borde de la piscina. Observo el agua. Refrescante azul. Oscuro azul. (Vale, de acuerdo que no es el azul Karenina, pero os puedo asegurar que el azul de mi piscina no está nada mal). Cierro los ojos. Salto. No sé si conseguiré ralentizar el tiempo. Que todo vaya slow. Que todo sea Slow. Y en lo fresquito que me voy a quedar, eso, también lo pienso.





Un grito... Mejor: un espeluznante alarido sale de mi interior cuando mi sudorosa piel se pone en contacto con el agua fría. ¿Qué digo?. ¿Fría?, Helada!!. Me cago en la puta!!!....Fresquito es un término que ahora mismo se queda corto. Muy corto.
Pues eso, un alarido de tal magnitud que hace vibrar los cristales de las ventanas de los edificios. Suenan las alarmas de un par de coches. Un grupo de pájaros posados en un árbol cercano emprenden el vuelo, huyendo espantados al percibir las vibraciones de mi garganta. Y me importa mas bien poco (un pimiento) que junto a mi espectacular y muy digno salto, realizado al mas puro estilo libre conocido vulgarmente como "bomba", me hiciera quedar aun más ridículo. Porque cuanto más raro piensen que soy, mejor. Menos se me acercarán. Porque la verdad sea dicha: la piscina de mí urbanización no es como la del vídeo. Mí piscina no es tan guay.

Mí piscina no tiene unas vistas tan espectaculares de la ciudad de Barcelona. El único parecido con la realidad es que está igual de llena. Y es cierto que al salir del agua debes pisar unas cuantas toallas hasta alcanzar la tuya. Y pasar por encima de los sudorosos cuerpos de las personas tumbadas. No sé si hace falta decirlo, pero como podéis imaginar, ninguna de esas sudorosas personas es la amiga Kylie. Ni ningun@ de los que aparecen en el vídeo. Y aunque ahora mismo puedan pensar que soy un cabroncete debo decir que en realidad no lo soy. Porque a mí el asunto de los cuerpos esculturales me da igual. A mí me dan lo mismo los contoneos sugerentes. La verdad, ahora mismo, paso de tener que moverme de ese modo. Sin calentar ni nada. Porque lo único que deseaba era un baño tranquilo. Relajarme tumbado debajo de una sombrilla hasta quedarme dormido unos minutos. Sin hacer nada. Sin gente alrededor. Sin jaleo. Pero claro, en mí piscina hay más gente que en Benidorm. Y lo más importante, en mi piscina desconocen el significado de Slow. Vamos, carecen de ello.
Ahora, no mentiré. Porque debo reconocer que, en caso de haber podido elegir, me hubiese gustado despertar en la piscina del vídeo. Y hacerlo con la sugerente voz de Kylie. Susurrándome al oído Slow. Y no por mi vecina del quinto. Quien me ha jodido el dulce sueño. Harto de escucharla berrear unas quinientas veces el nombre de su hijo. Todas ellas acompañadas de un: "...sal del agua", " ... te he dicho que salgas del agua", "... como entre a buscarte ya verás". Porque sería todo un honor que mi toalla fuera pisada por uno de los esculturales pies de la cantante (me da lo mismo cualquiera de ellos, si son los dos mejor). Es más, con sumo gusto compartiría mi toalla con cualquiera de los que aparecen alrededor de ella. Pero no con el mal oliente pinrel del marido de la del quinto. Y de quien me pasa por encima... mejor no hablar. Pues sí, lo reconozco. Aun sabiendo que el socorrista y yo seríamos las primeras excepciones a la regla... aun sabiendo que destacaríamos como dos garbanzos negros....¡¡cómo me hubiese gustado despertar en la piscina de la australiana!!.



Ellen Allien estuvo pinchando en la BPitch Control "Beach Party" celebrado en el Chiringuito Calamar, dentro de la programación del Off Sónar,.



Todo esto es para decir que desde mi regreso de vacaciones (ya han pasado unas cuantas semanas) no paro ni un solo momento. Que, entre otros sitios, pasé por Barcelona. Donde se celebró una nueva edición del Sónar. Festival que, un año más, me he vuelto a quedar con ganas de dedicarle una entrada, Y pensé hacerlo a posteriori. Incluyendo sólo fotos (sin apenas texto) de mi paso por la ciudad. Pero será en otra ocasión. Porque todo esto es para decir que desde mi regreso es una detrás de otra. La última: mi ordenador ha muerto. Y con él se han ido, entre muchos otros recuerdos, las fotos de mis últimas vacaciones. He puesto buena parte de mi vida, sobre todo el último año, en manos de un desconocido (el tipo de la tienda donde lo he llevado). Con la esperanza, poco probable, de intentar recuperar una parte de ella. Todo esto es para decir que no sé si es culpa del calor o que, pero como que no me apetece hacer nada. Y cuando puedo y tengo ocasión mato el tiempo y el calor bajándome a la piscina. Todo esto para decir que me gustaría escapar a una isla desierta. O en su defecto a una piscina desierta.


Delorean, tocaron el 18 de junio Barcelona- 19 A Coruña, SonarVillage.



Pues eso, todo esto para decir que he vuelto. Y hay mucho que contar y escuchar. Pero aviso, según lo veo, va a ser Slow. Y algo se perderá. Algunas cosas se han perdido. Hay que contarlas en su momento. Después no tienen sentido hacerlo. Ah, por cierto, estuve en la piscina de Montjuic. Y la verdad tampoco ví a la Kylie. Ni a nadie que se la pareciera. Muy al estilo de la mía. Aviso.

2 comentarios:

  1. ¡Por fin! yo no digo nada de las toallas de tu pisci que en agosto voy a ir con la mía.
    Atentamente,
    tu decimonónica favorita (eso espero, no me des tormento)

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  2. Ya sabes la que te espera. No digas que no te he avisado. De todos modos, Deci favorita, tb sabes que soy un exagerado. Ja,ja,ja.

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