viernes, 5 de marzo de 2010

Episodio 145: Algunas Cosillas

Joder, si yo tengo un blog. Eso si, olvidado. Pero lo tengo.

Bueno algunas cosillas que en la última semana me he quedado con ganas de contar y no he podido hacerlo.



Lo primero: Un anuncio que ví hace unos días. No sé si comprarme este bar de copas. Joder, un bar de copas ya montado con el nombre y todo. Lo de la buena clientela ya veremos. Excelente ubicación? .... joder, si está en Alcazar de San Juan. Se admiten sugerencias.

La verdad, siempre he querido montar uno. O una discoteca. De hecho era una de mis máximas aspiraciones en la vida. Concretamente la segunda, la primera era formar un grupo de rock. Decir que ambas aspiraciones estuvieron a punto de realizarse. Lo del bar de copas llegamos a estudiarlo. Y visitar un par de ellos que se traspasaban. Pero al final nos rajamos. Con lo del grupo de música llegamos más lejos. Nos compramos lo instrumentos, nos apuntamos a clases...... y a los dos meses tuvimos que disolver el grupo por discrepancias externas. Concretamente con el padre de un colega. Entre otras cosas porque cada vez que quedábamos para practicar en realidad lo hacíamos para emborracharnos. Y lo haciamos a costa de bebernos el vodka del pobre hombre. Se cansó de ello, prohibiéndonos entrar en su casa. Llegados a este punto pasamos a emborracharnos en la calle. Pero ya no llevabamos los instrumentos. Pesaban mucho.
Decir que teníamos buenas actitudes para ser estrellas de rock: rebeldía (más cuando estabamos borrachos), mucho que decir y reivindicar (más cuando estabamos borrachos), pose y planta (más cuando estabamos borrachos). Hasta malos rollos internos (más cuando estabamos borrachos)..... Vamos, como cualquier buena estrella del rock que se precie. Pero nos faltaba lo más importante, tocar al menos la escala musical. Y hacerlo sin errores.... eso hubiese sido la leche!! Con el paso de los años me he dado cuenta que este último requisito no era (ni es) indispensable y necesario para llegar a triunfar en el mundo de la música. Basta con ojear la lista de los 40 Principales (o muchas otras) para confirmar lo que digo. En ellas se pueden apreciar que muchos de los que aparecen son como yo. No tienen ni puñetera idea de música.

Y hablando de listas. En el número de febrero del Rolling Stone incluyeron un especial con lo mejor y lo más influyente de la última década. Vale que es una lista realizada en América y confeccionada por músicos americanos, quienes eligieron a los artistas, canciones y discos más importantes.... pero aun así aluciné en colores. Y no solo porque la mayoría de los incluidos sean músicos americanos. Como son de patriotas!!!. Por casos como Beyonce, quien aparece como una de las artistas más influyentes de este periodo. Algunas canciones suyas también están incluidas entre las 5o mejores. Vale que la tía esté macizorra hasta el extremo de que media humanidad envidiemos al que se la zumba todas las noches. Me refiero a Jay Z, quien también figura entre los mejores. Vale, hasta yo mismo (esto es una confesión) he cantado e incluso bailado alguna canción suya. De acuerdo en que es una de las artistas con mayor éxito de la década, pero de ahí a considerarla de lo más influyente de este periodo..... Me llamó la atención que grupos como Muse no aparecieran por ningún lado. También me pregunté por qué sigo comprando el Rolling Stone.

Otro anuncio curioso (que no he podido evitar enseñaros) aparecido en el último número de Rockdeluxe. Abro la revista y me encuentro con un anuncio de PopStock! realizado en 3-D donde nos muestran lo último de su catálogo. El 3-D llega a la publicidad.!!!! Vale, la idea mola un montón, estoy loco por ver esas carátulas en 3-D, pero de momento me quedaré con las ganas. ¿Por qué? Muy sencillo, se les ha olvidado incluir unas gafitas (aunque fueran de cartón) para poder verlo en condiciones. Tendré que esperar a mangar las gafas la próxima vez que acuda al cine a ver una peli en 3-D.









Otra cosa: hace unos días estuve en el regreso de O´Funk´illo a los escenarios. El mismo fin de semana que se celebró la Copa del Rey de Baloncesto. No me lo pase mal, no. Hablo del concierto, de la copa del Rey mejor no hablar. Fueron dos horas de fiesta, cachondeo y buen rollito en las que todo el mundo no paramos de saltar, bailar y cantar. Por cierto, una de las cheerleaders de la final de la copa también estuvo en el concierto de los sevillanos. No es que la viera por allí ni la tuviera al lado. Ojalá hubiese sido así y no el feo, sudoroso melenas que me tocó a mi vera. Es broma, que lo importante es el interior y el melenas era un tío muy enrollao. Y esta morena (aunque debo decir que yo la veo muy maja y enrollada), pues a saber. Bueno, sé que estuvo allí porque "Esso cuennos" la delataron.






Y hablando de conciertos. ¿Cual me he perdido y me he quedado con las ganas de asistir? Son varios : Airbourne, Piano Magic, Wampire Weekend. Pero diré uno con el que no tengo que retroceder mucho en el tiempo. El que la pasada noche dieron Niño y Pistola en La Sala El Sol y me resultó imposible ir. ¿Por qué me hubiese gustado asistir?. Porque aun siendo una banda que hasta hace poco desconocía creo que son una propuesta más que interesante. Porque ahora se hacen llamar Arthur and The Writters, nombre de una banda imaginaria que se han sacado de la manga; como por ejemplo hicieron en su día The Beatles o Bowie. Porque se ha inventado un amigo poeta que les dejó, al morir, diez historias con marcado acento americano. Porque ellos aseguran que son de Iowa, que para la ocasión debe pillar a la altura de Baiona. Y la verdad, con canciones y pintas como estas podrían ser de Iowa, de Ohio, de Kentucky o de cualquier otra parte más profunda de los EEUU.










Bueno, tengo mucho más por contar pero me despediré. A lo mejor vosotros no tenéis cosas que hacer, pero yo ando muy ocupado.

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