La verdad y tontunas aparte, lo que hubiese dado por coger la 61 o cualquier otra autopista para recorrer este día a todo gas y llegar a mi ansiado destino: mi cama. Dispuesto incluso a vender mi alma por interpretar en sueños el blues mejor que nadie. O a hacer la grulla a cambio de una buena dormilona.
Ah, la versión del Highway 61 es del último álbum de Ben Sidran, Dylan Different. Su anterior trabajo Cien Noches en el Central no estaba nada mal.
Me voy con Robert Johnson. Blues viejuno para despedir el día. Para despedir este jodido lunes. Un cansado lunes.
¡Qué fuerte empiezas la semana, niño!!
ResponderEliminarY con uno de mis héroes de todos los tiempos: Robert Johnson. Yo vendería mi alma por poder escucharlo en directo, aunque fuera en el infierno; bueno, mejor en un "chozo" del profundo sur americano.
Salud, insomne... de otra insomne