Episodio 12 + 1 (por si las moscas): una canción para comenzar la semana

Lunes, ja ja, otra vez Lunes, ja ja. Sí, hoy me lo tomo a guasa. Hoy es Lunes, pero es un lunes descafeinado, insulso, sin apenas fuerza, ni peso. Un Lunes "peso pluma", que no asusta a nadie. Vamos, te entran unas ganas de reírte al verle, ¡pobrecico!. Mírale que flojo. En definitiva, un Lunes con sabor a Miércoles. Cómo me gustan estos Lunes, así da gusto. Ni me acuerdo de Dios, ni me da por decir chorradas. ¡Qué alegría!. Aunque pensándolo bien, hay que agradecérselo a Dios. Gracias a él, que murió por todos nosotros, disponemos de la Semana Santa. Nos lo cargamos; Él resucita y nosotros para festejarlo, montamos un "peazo puentazo". En fin, soy joven, no sé desde que tiempos lejanos se remonta ésta tradición ancestral del "Puentazo de Semana Santa".

Año 33 Dc . Unos días antes de Semana Santa. Judas Iscariote ante los miembros del Sanedrín:

-Entonces Judas, por 30 siclos de plata delatarás a tu Maestro. Nos dirás donde se oculta y con un beso nos harás saber quien es.

-Por 30 siclos de plata y por tiempo. Tiempo para gastarlo. No os podéis imaginar lo sacrificado que es la vida de Apóstol. "To el día de aquí pa allá". Hoy toca espectáculo en Nazaret. Mañana en Jerusalén. Así todos los días, los siete días de la semana. Un sin parar. Hasta que llegan las vacaciones de verano, se me hace muy cuesta arriba. A mi, con darme dos días juntitos al finde...vamos que me hacéis padre. Como si tengo que darle un beso o tres.

-"Peazo idea" que has tenido, Judas. Si nos cargamos a Jesús, a bien seguro, habrá gente que se mosqueará. Si a cambio, les damos un puente al año, los ánimos se calmarán. La gente se olvidará y preferirán ir a escoñarse y destrozarse los huesos a cualquier estación de esquí. O peor aún, destrozárselos en las "cómodas" sillas de los aeropuertos, esperando "calmadamente" los retrasos de más de 8 horas en sus vuelos. O destrozarse los nervios y el trasero en los atascos que se formarán en las autopistas de salida de las grandes ciudades. O...

Y así fue, salvo que otros eligieron destrozarse los huesos ejerciendo de costalero. O azotarse con un látigo. O clavarse en una cruz. O...

Vamos que la cosa es sufrir, ya sea de un modo u otro.

El pobre Judas se fue a la montaña (parece ser que le tiraba más que la playa) y allí fue sorprendido por un cruel virus, llamado "la enfermedad del aburrimiento". Temible enfermedad, ataca a todo ser humano, que acostumbrado a trabajar toda la vida, no sabe que hacer con el tiempo libre. Se suicidó para poner fin a tales sufrimientos. Pero eso es otra historia titulada "Las vacaciones de Mr. Judas" (Mr. Judas´s holidays).

Empezaremos la semana con Will Holland. Este británico, más conocido por su alias Quantic, es un auténtico prodigio de creatividad. Además de su proyecto en solitario como Quantic (donde mezcla electrónica y música negra como jazz, soul, funk,..), cuenta en paralelo con otro proyecto, totalmente orgánico, llamado "The Quantic Soul Orchestra". Este proyecto nace con la idea de realizar un homenaje al funk y soul de los años sesenta-setenta, pero sin utilizar la electrónica.
Fichado por el sello británico Tru Thoughts, donde publica todos sus trabajos, desde el 2001 hasta el 2006, ha editado un total de 5 discos como Quantic. Como Quantic Soul Orchestra ha publicado 4 discos. A todo esto hay que sumar el álbum que publicó en el 2003, junto a Russel Porter bajo el nombre de "The Limp Twins" y el que publicó en el 2008 bajo el alias de Flowering Inferno (este proyecto nace para dar salida a la música creada durante su estancia en Colombia).
En fin, como podéis comprobar, una auténtica máquina de creatividad, pero sin bajar el listón en la calidad de sus trabajos, pues todos son altamente (por no decir imprescindibles) aconsejables. Todo ello, le han convertido en unos de mis artistas preferidos de los últimos años y seguirle la pista, para no perderme ninguno de sus trabajos.
Nada mejor para comenzar la semana que escuchar un auténtico trallazo, como es la canción "Tropidélico", que da título al álbum del 2007 de The Quantic Soul Orchestra. Un álbum nacido para mezclar funk y soul con música latina.